El enviado especial de la ONU para la protección de la infancia ha insistido en que el contenido pornográfico que muestre menores, aunque sea en cómics, debería estar prohibido, pero los artistas lo consideran un ataque a la libertad de expresión. En junio de 2014 Japón prohibió la posesión de fotografías pornográficas de menores, pero no convenció del todo al no incluir el manga en la prohibición. Los artistas acusan a la ONU de mezclar la ficción con la realidad e insisten en que no se causa ningún daño a nadie si se trata sólo de un dibujo.