El proyecto, respecto a diseño y cultura urbana, era malísimo. Consistia en una serie de cinco pequeños Manhattan: un cubilete, una torre y dos bloques. Realmente era infame. Se planteba una serie de infraestructuras costosísimas e innecesarias. En el reparto de cargas presupuestarias, se asignaban a las administraciones públicas, aunque decian que irian a costa de los promotores privados. No es cierto. ¿Esto qué conlleva? Yo lo llamo un cortijo para el BBVA, con una implicación de las administraciones públicas para invertir en construcción
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