A las 3 de la mañana comienza el día de Pedro Luca con el canto de las gallinas. Cuando tiene hambre, sale a cazar a la selva, y para abastecerse de agua, se acerca a un arroyo que está a 50 metros de dónde vive. Tiene 79 años y su casa es, desde hace cuarenta años, una cueva ubicada en las montañas, a más de 100 kilómetros de San Miguel de Tucumán. "Nunca me pregunté por qué decidí vivir acá. Mi familia son los bichos"
|
etiquetas: pedro luca , tucumán , argentina , cueva