Esto de la prensa de tribunales empieza a ser un poco como Sálvame, una endogamia creativa en la que paren sus propios entes, los lanzan, los explotan y después tienen que lidiar con sus desechos. Con el programa televisivo, son los personajes los que aparecen de la nada, en realities y otros formatos de bajo coste y audiencia fiel; pasan por las tertulias, disfrutan de su momento de gloria, y después hay que aguantarlos hasta en la sopa.
|
etiquetas: imputado , ley de enjuiciamiento criminal , reforma