Los activistas señalan que habían recibido amenazas de Desokupa esa misma tarde. Entre las 3 y las 4 de la madrugada, el local que tenían el Sindicato de Inquilinas en la localidad de San Isidro ( Granadilla de Abona) en Tenerife se consumía en llamas. Alguien había entrado y le había prendido fuego hasta reducir todo a cenizas. “A mí me pincharon las ruedas del coche hace menos de un mes”, explica a El Salto una de las activistas del Sindicato que también ha sufrido las amenazas de los matones de esta empresa.
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