En Catalunya, Puigdemont president. En Euskadi, un gobierno de EH Bildu. La economía en recesión técnica y Bruselas sin enviar los fondos europeos por culpa de la gestión de Pedro Sánchez. Así sería el panorama político español de haberse cumplido el grueso de profecías lanzadas por la oposición en los últimos tiempos. La última, sobre la gobernabilidad de Catalunya, también acaba de ser tumbada por la realidad: Pedro Sánchez no le ha dado el poder de la Generalitat al fugado líder de Junts para “devolverle el favor” de su investidura.