Es el contenido de un documento firmado por el director de la cárcel de Albocasser (Castellón) hace sólo dos meses; concretamente, el 13 de agosto. El destinatario es un preso de ETA con delitos de sangre condenado a setenta años. A juicio de esta cárcel, aún “puede servir como fuente de información que permita el ejercicio de actividades delictivas de ETA, comprometiendo la seguridad del centro penitenciario y poniendo en grave riesgo la vida e integridad de otras personas”.
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