Vanesa recuerda que, una vez sedado su marido, «nos dijeron que seguiría escuchando nuestras voces, y comprobé que así fue. Cuando le decía cosas personales, reaccionaba. Le caían las lágrimas. No fue justo lo que vivimos en esas horas finales. Fue injusto para nosotros y para sus compañeros de habitación, imagino que ese hombre pensaría que lo que estaba pasando Miguel era lo que le espera a él. Ha abierto una petición a través de la plataforma change.org: «Habitación única para pacientes en últimos momentos»
chng.it/Rzyc45dS