«En la vida no escogemos quiénes somos ni dónde nacemos, si somos altos o bajos, ricos o pobres. La vida nos reparte unas cartas determinadas. Creo sinceramente que he tenido suerte en el reparto». Es una reflexión de Rafael Yuste, uno de los neurocientifícos más prestigiosos del mundo. Nació en Madrid, en el seno de una familia de padres profesionales que «siempre me apoyaron». Se formó profesionalmente como médico en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid y en el Hospital de la Fundación Jiménez Díaz.
Comentarios
Confirmaría la intuición de que la inteligencia bruta de un niño de 4 o 5 años es insultantemente superior a la de un adulto. Y que un proceso educativo pobre en esos años es básicamente irrecuperable.
Probablemente también, aunque esto no lo dice, que la necesidad de reposo profundo en esas épocas, y al menos hasta bien entrada la adolescencia, es crítica para que el cerebro refuerce y pode correctamente las conexiones necesarias.
Es un artículo buenísimo.
Ya sé que también "vende su libro", pero eso no lo hace menos interesante.
Hay que leerlo, si te interesa todo lo relativo a la mente.
Lo que demuestra un poco que la gente se flipa con la IA. Un cerebro humano es más potente que cualquier IA actual.