El colmo de la situación es que nadie podría esperar que en Noruega, ejemplo de sociedad moderna a nivel global, pudiese suspenderse un evento de semejante envergadura por la falta de civismo de sus habitantes. La principal razón responde a que los usuarios de las carreteras usadas para la competición no respetaron los cierres y cortes establecidos, después de que se retiraran incluso algunas señales de tráfico.
|
etiquetas: noruega , civismo , triatlón , suspensión , cancelado