Spotify ha dado definitivamente marcha atrás en su política de contenido de odio. Después de que el streaming musical retirara a R.Kelly de las listas de reproducción y recomendaciones por unas acusaciones de abuso sexual, la compañía fue foco de críticas por parte de la industria. Semanas después de poner en vigor esta política como respuesta a movimientos como
#MeToo, Spotify ha anunciado este viernes 1 de junio que ha decidido abandonar este tipo de medidas y ha reconocido que no se abordó de manera adecuada.