Misslihem ha encontrado la solución a que te acepten como español si no eres suficientemente blanco. Y es que en el minúsculo cerebro de un racista se mezcla el odio racial con la aporofobia, haciendo que una misma persona pueda ser aceptada o rechazada en función de su cuenta bancaria, o si pega patadas a un balón mejor que nadie.
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