Aunque han pasado casi 34 años, a la mente de Axun Lasa volvió ayer aquel momento en los calabozos en que pensó que moriría y «fue una liberación, un estado muy placentero». Se lo hizo revivir Miren Azkarate; 20 años después, apretó el gatillo de una pistola para acabar con el suplicio y hoy se alegra de que no tuviera balas. Entre medio, Enkarni Blanco, que se sintió durante años como un escarabajo al que le hubieran pisado el capazarón: «Noté el ‘crac’».
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