Quién iba a imaginar que bajando el precio de los billetes, se llenan los trenes.
Mejor subimos el precio, que si no se llena de asquerosos y no podemos ir cómodos.

Creo que el tema del tren barato ha sido una especie de salvavidas para Valladolid, Segovia, Burgos y Soria, ayudando a que más gente se quede y se mueva por estas zonas. Pero claro, los descuentos acaban en diciembre y ahí es donde se puede liar. Si no se mantienen tarifas accesibles, se corre el riesgo de que todo el progreso se esfume. En lugar de solo ofrecer rebajas temporales, lo ideal sería seguir apostando por el transporte asequible como una inversión a largo plazo para estas regiones, e incluso reclamar una tarjeta/formato público para toda España, que no estaría mal.

Sin embargo, Marbella sigue siendo la ciudad más grande de España sin tren.
Ni está ni se le espera.