El hombre, que llevaba un cuchillo, se plantó en la GC-2, en el sentido que va a Las Palmas de Gran Canaria y comenzó a arrojar piedras a cuantos coches pasaban por allí. Al detectar la presencia amenazante del individuo, muchos conductores redujeron la velocidad de sus vehículos, de ahí que no se registraran daños personales de gravedad