Es la pesadilla de todo artillero: el proyectil explota no a kilómetros de distancia, en posiciones enemigas, sino poco después de abandonar el cañón del arma. Esto es exactamente lo que les ocurrió a los soldados en Ucrania - con proyectiles de artillería, algunos de los cuales fueron suministrados como parte de la iniciativa de munición checa, pero también de los EE.UU.. En agosto, el gobierno ucraniano informó a los checos de casos en los que los proyectiles habían explotado inmediatamente después de ser terminados.