Una vecina de Poio relata en redes sociales el encontronazo con un «visitante» molesto por el olor. El dueño de un hotel rural de Asturias molesto por los ruidos de un gallinero -que carecía de licencia, todo hay que decirlo-, los propietarios de una casa de campo de Braga (Portugal) condenados por el escándalo de sus gallinas, unos veraneantes que denuncian los cacareos intempestivos de un gallo en la isla francesa de Oléron...
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