El marisco siempre se cocina vivo: se introduce al animal en agua hirviendo, a veces incluso después de haber recibido un corte. Recientes investigaciones han revelado que estos animales sienten dolor cuando son sumergidos en agua hirviendo, por lo que los veterinarios creen que se debe emplear un método más humano para cocinar estas piezas. Existen dispositivos electrónicos que aturden al marisco, algo que según algunos cocineros mejora la carne, porque cuando están estresados, estos animales emiten hormonas que empeoran su sabor.