El 10 de enero, investigadores chinos publicaron la secuencia de ARN del nuevo coronavirus como preimpresión.
Inmediatamente, los científicos que estudian las vacunas genéticas dirigieron sus esfuerzos al patógeno del COVID-19. Sabían que las plataformas genéticas de respuesta rápida podrían reducir preciosas semanas a meses de desarrollo, algo crucial durante una pandemia.
Traducción en:
www.facebook.com/OscarFrancoDuran/posts/10157289894572041
Acuna matata !#0
Thanks
En estas vacunas que se han hecho de forma acelerada las farmacéuticas se desentienden de los potenciales riesgos y los asumen los estados.
No creo que con este tipo de condiciones pueda servir como baremo para el resto de vacunas, no creo que haya que normalizar que las farmacéuticas se desentiendan de las consecuencias de sus productos.
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