Se estima que el 80 por ciento de las personas con COVID-19 presentan alteraciones del olfato, y que muchas también tienen disgeusia o ageusia (alteración o pérdida del gusto, respectivamente), o cambios en la quimioestesia (la capacidad para percibir las sustancias irritantes, como las guindillas).
Sandeep Robert Datta comenta: «Parece que el virus prefiere atacar las células de sostén y las células madre, pero no a las neuronas directamente», y puntualiza que esto no significa que las neuronas no se vean afectadas.
Comentarios
Sólo recordar que se está hablando de neuronas olfatorias, o sea, las células receptoras de los olores, no neuronas "a secas" como parece dar a entender la entradilla.
Mi madre perdió el gusto y el olfato por una "simple" pero brutal gripe y le duró casi 2 años, aunque la recuperación fue progresiva.
Que dios nos proteja!
#3 Monesvol te oiga.