La historia cuenta que la mañana del 28 de septiembre de 1928, Alexander Fleming tuvo su particular momento “Eureka” al descubrir la aparición de unos hongos en uno de los cultivos de Staphylococcus aureus con los que se encontraba trabajando. En un principio aquel hallazgo pasó bastante desapercibido y lo que hoy conocemos como penicilina no comenzó a usarse de manera generalizada hasta bien entrada la Segunda Guerra Mundial.
|
etiquetas: evolución , parásitos , antibióticos