Entre las Cartas hasta perder la vida se encuentran relatos como el de Germán Paredes quien escribe a sus hijos desde la cárcel de Porlier, un 3 de julio de 1941 y horas antes de su muerte: “Estoy viviendo las últimas horas de mi vida y pienso en la vuestra. Quisiera poder daros un abrazo y, ante la distancia que lo impide, os beso “in mente”. Seguid mi conducta que siempre fue honrada; dejaos conducir por los buenos amigos que me acompañaron en el encierro; estudiar mucho y me honraréis con vuestra vida como yo os honro con mi muerte”,
|
etiquetas: memoria , justicia , franquismo , cartas