El doctor Heath estuvo varias semanas buscando el sujeto perfecto. Así encontró al sujeto 19, como lo denominó, un joven de veinticuatro años que se quejaba de «alteraciones en su capacidad para experimentar placer». El investigador decía haber descubierto que, además de un centro de placer, el cerebro tenía un «sistema aversivo», algo así como un centro de castigo. De esta forma, con la estimulación de las regiones decía que podía «convertir» a cualquiera. Es más, se jactaba de que podría volver a una persona temporalmente en un homicida, o...
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