Muchas veces, mis amigos me han confesado, sintiéndose culpables, que habían llorado más la pérdida de un perro que la de sus familiares o amigos. Un estudio ha confirmado que, para la mayoría de las personas, la pérdida de su perro es, en casi todos los casos, comparable a la pérdida de un ser querido. Lamentablemente, en nuestra cultura no hacemos ceremonias, no ponemos esquelas en los periódicos y no existe servicio religioso para la pérdida de nuestra mascota; evitando todo lo anterior nos sentiremos un poco menos avergonzados.
|
etiquetas: animales , perros , psicología