Despiertas en una habitación cerrada. Delante de ti hay un espejo. Con sorpresa exclamas: —”¿Dónde estoy?”… Sin saberlo, has despertado en un Universo Simétrico Determinista. Lo que tienes delante tuya, no es un espejo, es una copia simétrica perfecta de ti mismo. Y ambos estáis condenados a no poder tener jamás un diálogo. ¿Por qué?
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