Hace pocos días se retiraron los andamios de la restauración de una de las caras de la Giralda. Los trabajos de consolidación y limpieza ofrecen un renovado aspecto del histórico campanario. Sin embargo, la parte inferior aparece más oscura que toda la superior. El motivo: en la primera gran restauración de la Giralda, entre 1881 y 1883, el arquitecto dejó un cambio cromático como testigo de la existencia en aquella superficie de un fragmento de la muralla almohade, que pervivió hasta 1791. Los restauradores actuales recuperaron este cromatismo
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