¿Era esto lo que realmente querían pedir los clientes o una carta diseñada maléficamente ha decidido por ellos? Los menús de muchos restaurantes esconden pequeños secretos marketinianos que juegan con nuestra psicología para “ayudarnos” a elegir (lo que al empresario le conviene, claro).
El secreto mejor guardado de los menús es coger todas las sobras, el día antes de hacer la compra semanal, y hacer una paella (carne pasada, pescado pasado, verdura pasada, caldos pasados...). Conseguimos limpiar la nevera y no tirar nada. El cliente come algo de pésima calidad. Nada que una rodajita de limón no ayude a disimular.
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El secreto mejor guardado de los menús es coger todas las sobras, el día antes de hacer la compra semanal, y hacer una paella (carne pasada, pescado pasado, verdura pasada, caldos pasados...). Conseguimos limpiar la nevera y no tirar nada. El cliente come algo de pésima calidad. Nada que una rodajita de limón no ayude a disimular.
#1 me siento como el mago aquel que salía en tv enseñando cómo se hacían realmente los trucos, con la cara tapada...