Como visionario soy el peor del mundo, cuando en los ochenta me decían que alguna vez todo el mundo tendría algún dispositivo informático no me lo podía creer, luego salieron los chats, messengers y demás con los que podías ligar y hasta quienes apenas sabían escribir aprendieron a manejar ordenadores.

En resumen, cuando una nueva tecnología te ayuda a echar un Kiki de vez en cuando, a los dos días todos aprenden a manejarla

Últimamente , cuando vas a un restaurante , las mesas son tan pequeñas que el ordenador si cabe, pero el plato, el vaso y la ensalada, imposible

¿Sabéis lo que Arthur C. Clarke siempre llevaba a mano en una aeropuerto? Una calculadora científica del último modelo que hubiera salido al mercado. Podía estar horas mostrando a su interlocutor la cantidad de funciones de que era capaz la maquinita. No solo era un amante de la tecnología, un visionario que teorizó sobre una futura red de satélites espaciales para las comunicaciones terrestres. Además defendía la naturaleza y el medio ambiente.

El puto amo clavó que lo de teletrabajar en cualquier lugar del mundo será alcanzable para ejecutivos y hombres de negocios, sin mencionar al trabajador de oficina medio .

En la mesa y en la mano