Cada mañana, durante el jucio por el presunto chivatazo a ETA, los pasillos de la Audiencia Nacional se pueblan con varias decenas de policías vestidos con trajes. Pero algo llama poderosamente la atención: los policías no se distribuyen homogéneamente, sino que se dividen inexorablemente en tribus. Cada agente con su familia policial.
Vaya, así que en una sala de espera la gente no se distribuye homogéneamente sino que se junta en corrillos con la gente que conoce y con la que habla regularmente ¿No es asombroso?
Comentarios
tigres... leones... todos quieren ser los campeones!
Vaya, así que en una sala de espera la gente no se distribuye homogéneamente sino que se junta en corrillos con la gente que conoce y con la que habla regularmente ¿No es asombroso?
unos prefieren muslo y otros pechuga