Descripción irónica, por momentos sarcástica, del nefasto funcionamiento de la justicia española en la que los poderosos nunca llegan al estrado y los jueces son asaltados cada día por decenas de periodistas para influir en sus decisiones u opinar sobre el último traje de la juez Alaya.
Comentarios
¿funciona? Esa debería ser la primera pregunta...
con sobres
Pues eso dice el artículo, que funciona a golpe de "sensacionalismo".
Mal...