En Europa están sonando señales de alarma, y no es para menos. El tsunami financiero arrasa la región del Este y todo hace suponer que su intensidad irá en aumento en los próximos meses. Ahora le tocó el turno a República Checa, cuyo premier es - justamente - el presidente de la Unión Europea. Para estos países, el círculo virtuoso se convirtió en vicioso. La situación es de tal gravedad que nadie se aventura a pronosticar cómo se escribirá el próximo capítulo de esta preocupante historia.
Comentarios
#4 No mientes a la bichaaaaa... Que estos cabrones, después de mentirnos y estafarnos, son capaces de meternos en una trinchera con un fusil y un casco.
#6 >
Como siempre, de los intereses de los poderosos para hacerse con el control de lo que no pueden de otra forma: petróleo, geoestrategia, eliminar competencia, etc
La existencia de ejércitos nunca fue un problema: una vez declarada la guerra con una supuesta amenaza, todos los llamados tienen que alistarse...
Es la cordura de la gente lo único que puede librarnos de nuestra peores pesadillas, y la económica ya se está viviendo !!!
#1 La situación de la República Checa no se puede comparar en absoluto con la de Letonia, Hungría o Ucrania. Su gobierno ha caido por disputas dentro de la coalición tripartita, no porque la situación económica sea dramática. Es un país que todavía está en un 5% de paro y el PIB ni de lejos va a caer un un 10% como en Letonia o Hungría. Incluso puede que crezca.
#4 Pues como no tiren las balas con tirachinas...
Por esas zonas empiezan a plantearse si nos le han tomado el pelo en los últimos 18 años y no es para menos. Todo el antiguo telón de acero es como un polvorín a punto de estallar.
Yo aventuro no el próximo capítulo pero si uno de los siguientes, guerra
Pues cuando se empiecen a derrumbar los del oeste...
Porra para cuándo Zapatero convoca elecciones anticipadas:
Yo voto por Octubre 2010
#4
¿Guerra de quien contra quien y con qué ejércitos?
Por parte nuestra, si algo han sabido hacer bien en España es desmilitarizar a toda la población.