El apellido Hitler lleva en sí la marca de un pasado dolorosamente reciente: como el nombre de Judas o Calígula, Hitler deja de ser un nombre propio para convertirse en un parámetro del mal, que mediante sucesivas apropiaciones y reapropiaciones históricas deja poco lugar para el personaje histórico y contiene –pues que eso hacen irremediablemente las palabras– siempre más de lo que dice. ¿Cómo, pues, llevar el apellido Hitler? La supervivencia de su línea de sangre se remonta a cinco miembros actuales...
Comentarios
Pues según lo he leído me ha parecido una bobada pero luego me he acordado de los Martínez-Bordiú.
Una soberana gilipollez, los pecados de los padres no son los pecados de los hijos. Fin de la cita.
#3 unos cuantos sudamericanos analfabetos lo usan como nombre.
#1 ya, pero tener un hijo descendiente de hitler y que te salga rarito podría ser un problema.
Grupos de extrema derecha podrían usarlo como su dios personal.
Es una sabia decisión
Wow, creo que es algo muy radical pero respetable su decisión.
Fin de raza a lo Panero
Que dices con lo bonito que suena el apellido, anda que no me iba a gustar a mi tenerlo