En el Ford Edsel las puertas no cerraban bien, los portamaletas y capós no abrían, las baterías se descargaban, los cláxones se quedaban atascados, los tapacubos se desprendían, la pintura se cuarteaba, las transmisiones se rompían, los frenos fallaban y los interruptores no podían ser activados ni con la fuerza de tres personas juntas. El Edsel, además, consumía demasiada gasolina y tenía una pésima potencia.
Comentarios
Ya nos contaron su historia en El auto más feo de la historia
El auto más feo de la historia
sentadofrentealmundo.com#1 Nah hombre una cosa es que sea feo, otra es que sea malo como mucho relacionada
Saludos