La mujer, que estaba embarazada de un mes, aseguró ante el tribunal que el encargado del restaurante, situado en el centro de la ciudad, le dijo que debía abortar si quería conservar el trabajo. La mujer se fue a la calle, pero no solo no abortó sino que denunció su caso primero ante el sindicato UGT y después en el juzgado. Relacionada Juzgado por obligar a una camarera a abortar para conservar el empleo
Comentarios
Deberían ser dos años y un día para que tuviese que pasar por el talego. Menudo hijoputa
Vaya pedazo de cabrón! A un tipejo así si que no le deberían dar trabajo alguno.