Las revoluciones que funcionan nunca surgen sin un mínimo de preparación. El trabajo de los revolucionarios es el del viejo topo: horadar la tierra sin parar y sin llamar la atención.
Comentarios
Las revoluciones que funcionan nunca surgen sin un mínimo de preparación. El trabajo de los revolucionarios es el del viejo topo: horadar la tierra sin parar y sin llamar la atención.