No poníendoles ruedines nunca.
Ensilla la bicicleta, pon un pie en el estribo y sube la otra pierna. Dale un golpecito a las riendas y grita "¡arre biciclo!".
Como toda la vida, ostiandose un par de veces antes
Poniendole. Un solo ruedin; a la bicicleta. ¡Y lo que Dios, quiera!
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No poníendoles ruedines nunca.
Ensilla la bicicleta, pon un pie en el estribo y sube la otra pierna. Dale un golpecito a las riendas y grita "¡arre biciclo!".
Como toda la vida, ostiandose un par de veces antes
Poniendole. Un solo ruedin; a la bicicleta.
¡Y lo que Dios, quiera!