Judith Piquet lo corrobora. A Ayuso le cuentan que puede ser delito señalar a migrantes sin pruebas y al día siguiente dice que es cosa de la alcaldesa. Alfonso Serrano, fiel escudero de Ayuso, sube la apuesta y enseña un documento que no tenía que enseñar. Ayuso se va de rositas y los otros dos pueden haberla cagado, pero de bien. LIBERTAD.
Comentarios
¿También comen gatitos?
#1 Pero sólo tras follárselos
#4 Ahí has estado fino
¿Hay gatos en Alcalá de Henares?
Todos sabemos que de originalidad de la IF, tienen poco, son más de copiar los rebuznos
#2 Ya no.
La noticia sería que hubiese dicho alguna verdad. O ya puestos, algo coherente, en plan loco.