Andrés Moreno, a quien se conoció como "el hombre más obeso del mundo", fallecido de un infarto el pasado 25 de diciembre, ingirió altas dosis de una bebida energética en los tres días anteriores a su deceso, aseguran sus familiares. El doctor, quien atendió a Moreno en varias ocasiones, recordó que estas bebidas pueden generar "taquicardias y arritmias graves" en cualquier persona, y más aun en gente obesa como Moreno, quien llegó a pesar 444 kilos. Moreno "tuvo un problema con la esposa y esto le generó algo de estrés emocional".