En el espacio la radiación gamma de alta energía puede modificar propiedades de semiconductores, alterando su funcionamiento o inutilizándolos por completo. Investigadores han descubierto que un tipo de memristor, dispositivo que almacena datos en forma de resistencia incluso sin suministro eléctrico, no sólo puede medir la radiación gamma, sino también curarse a sí mismo tras ser expuesto a ella. Aplicaron 5 megaradios de radiación, 500 veces más que la dosis letal para humanos. Al cabo de 30 días funcionaba como los dispositivos intactos.