Hace unos años Microsoft creó un ‘bot’ de inteligencia artificial en Twitter. Al cabo de veinticuatro horas, el ‘bot’ estaba gritando “viva Hitler” y haciendo afirmaciones en contra de las mujeres y de los colectivos vulnerables. ¿Por qué? Porque aprendió de lo que decía la comunidad. Un ejemplo de lo importante que es eliminar los sesgos discriminatorios en el diseño de un algoritmo.
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