Considero totalmente legítimo que muchos ciudadanos estén a favor de una renta mínima universal o soluciones similares, esta solución es la más directa para atajar muchos problemas sociales, no solo la pobreza, sino que permitiría llevar una vida digna a sus beneficiarios.
Por otro lado, igual de legítimo es poner en cuestión esta teoría, varios son los motivos, estos son algunos:
- La falta de motivación de los trabajadores y ciudadanos para esforzarse en su trabajo y buscar empleo, tal vez este sea el motivo más popular, sobre todo por los partidos conservadores, aunque lo cierto es que no se sustenta en la práctica.
- La subida de precios de productos y alquileres de vivienda, una realidad, cuando se dan ayudas para adquirir ciertos bienes, sobre todo alquiler de vivienda, el mercado responde subiendo los precios.
- La mal llamada picaresca, que no es más que el fraude a todos los ciudadanos para cobrar prestaciones que no corresponden.
- La falta de capital para llevar a cabo este proyecto, tal vez la razón de más peso y sin duda el motivo por el que pocos países han aplicado esta premisa.
Pero es innegable que la población que no trabaja de ninguna manera (cuidadores y cuidadoras de niños, ancianos, enfermos y discapacitados también no se incluirían) no proporcionan ningún valor productivo que levante la economía. Desde mi humildisima situación y experiencia propongo algunas cosas sobre las que se podría trabajar para llegar a un consenso.
- Crear un listado de Empresas de Calidad, crear una serie de requisitos que deban clumplir voluntariamente si desean aparecer en esta lista, estos criterios se medirán en términos y niveles económicos, ecológicos, éticos, el trato a sus empleados y de desarrollo tecnológico.
- Empleados subvencionados por el gobierno, se debería de crear una serie de protocolos muy estrictos para que estas empresas pudieran contratar de forma temporal a parados de forma gratuita, estos empleados adquieran experi.
- Aumentar enormemente el número de inspecciones laborales, la anterior medida es susceptible de provocar el fraude por parte de muchas empresas, los inspectores no sólo controlarán este trámite, si no que se crearán muchísimos puestos de trabajo muy sostenibles.
- Aumentar el número de funcionarios cuyo valor social sea alto, como por ejemplo mejorar la plantilla de psicología en las consultas pues prevendría muchas bajas o asistentes sociales para ayudar a personas desfavorecidas, con dificultades económicos y de salud.
- Crear centros de desarrollo tecnológico y científico subvencionados que se comuniquen con empresas para la creación de nuevos productos o formas más eficientes de elaborarlos. Esto redundaría, no solo en la evidente mejora de I+D+i y en sus condiciones laborales, si no que mejoraría la productividad de las empresas, la salud, atraería capital inversor por las claras expectativas de futuro una vez se mostrará la eficiencia de dichos centros.
- Impedir la subida de alquileres, se debería aplicar algún criterio para que los alquileres sean más asequibles impidiendo precios desproporcionados, a cambio, los arrendatarios deberían de disfrutar de mayores medidas de seguridad hacia el cobro de las mensualidades y de la integridad de los inmuebles con mecanismos proporcionados por las administraciones públicas. Esto contribuirá a mejorar el consumo interno pues la población dispondrá de más capital para consumo.
- Impedir la fuga de capital de la población, al adquirir productos cuyo beneficio va a parar a cuentas de fondos inversores multinacionales, crece el problema de la inflación y la especulación. Una forma de impedirlo, por ejemplo, sería determinar aranceles a productos basándose en este criterio en lugar de la negociación especulativa (que produce grandes beneficios pero no redunda en el grueso de la población).
Ahora bien, todas estas propuestas y otras muchas que se podrían escribir, pueden parecer muy nobles y muy bien intencionadas, pero seguimos con la problemática de ¿Cómo se va a financiar? bueno, la respuesta no es fácil, ni tampoco certera, pero no imposible. Estas serían algunas soluciones posibles:
- Creación de nuevos puestos de trabajo, con sus inherentes impuestos, lógicamente, un mayor poder adquisitivo de la población redunda en más trabajo, y por consiguiente más recaudación de impuestos.
- Mayor ingresos por IVA, el aumento de consumo, genera más impuestos al valor de los productos. No es baladí, el aporte a las arcas del estado se verá muy beneficiado.
- Menos prestaciones de desempleo, con estas propuestas se reduciría el desempleo a niveles desconocidos. Por lo que nos ahorramos las prestaciones y subsidios.
- Mayor número de empresas y capital, las medidas anteriores, debieran repercutir en una mayor inversión y con su consecuente creación o ampliación de empresas con los inherentes impuestos que conlleven.
- Aumento considerable de impuestos a las empresas con poco o ningún valor social, esto puede provocar una mayor recaudación o bien el cierre de empresas ineficaces e insolventes que serán sustituidas por empresas de mayor valor social.
- Creación de un apartado más de IVA que aumente el impuesto a los productos de menor valor social, como bollería industrial, joyerías, alta costura, refrescos, productos fuera de temporada….
- Aumentar el número de funcionarios que controlen la eficiencia del gasto y endeudamiento público y darles autoridad y protocolos para aplicar criterios en base a las necesidades básicas de los ciudadanos en lugar de a las demandas políticas (como rotondas con estatuas o palacios de ópera).
- Aumentar impuestos proporcionalmente hasta que el sistema sea sostenible, tal vez lo más evidente y más controvertido, pero con la ayuda de los otros puntos no debiera ser insostenible.
Sin duda todo esto puede ser muy controvertido y no existan suficientes experiencias previas para tomar decisiones audaces, pero seguro que si se llega a un consenso global y mayoritario sobre esta necesidad es posible atajar este problema que a día de hoy ya cuestan vidas.