Francisco González afirma que tiene las facturas de lo que pagó. La «libreta» estaba a nombre del Ayuntamiento pero su único titular era el regidor. El alcalde ha adoptado una postura de prudencia respecto a todo lo que se refiera a la cuenta que mantenía lejos del control del interventor municipal, y que utilizaba, según sus explicaciones, para allegar fondos y pagar los gastos de las fiestas municipales en los últimos diez años.
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