Los empleados del complejo en el que se alojaban hallaron a la pareja tras las quejas de los clientes por el olor del apartamento. Los agentes comprobaron que el hombre aún estaba vivo. Llevaban un par de semanas sin verlos por el complejo, pero nadie fue a su apartamento a comprobar si les había pasado algo. Nadie se interesó por su estado de salud, o por el motivo de su prolongada ausencia. Fue el olor. Un tufo nauseabundo y putrefacto que motivó las quejas de los clientes del apartotel en el que se hospedaban.
|
etiquetas: cadaver , anciano , discapacitado