Un niño distraído contemplando cómo crecen las margaritas en el patio del colegio, mientras sus compañeros juegan al hockey sobre hierba. Así dibujó la madre de Alan Turing a su hijo cuando éste tenía 11 años. En el hockey, Turing prefería ser árbitro pues le encantaba calcular el punto exacto de la portería por donde había cruzado la pelota; sus compañeros recitaban un pareado que decía “Turing’s fond of the football field, for geometric problems the touch-lines yield” [algo así como “la afición de Turing por los campos de fútbol se reduce a..
|
etiquetas: anécdotas de infancia , alan m. turing