Helga de Alvear, la galerista y coleccionista más importante de este país, con todo su fondo cedido a Cáceres, ha topado con la cruda realidad española en formato siciliano. En pasado 20 de marzo se sentó a firmar un acuerdo con la empresa municipal Madrid Arte y Cultura, SA (MACSA), probablemente una de las organizaciones menos transparentes de este país, en el que debía asumir la “confidencialidad” en estos términos.
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