El Centro de Vida Comunitaria de Trinitat Vella en Barcelona, colindante al río Besòs, lleva desde enero de 2023 cerrado a cal y canto tras haber estado operativo 10 meses desde su inauguración en 2022 por la presencia de sustancias tóxicas en su madera. El edificio municipal, que era recibido como agua de mayo en el barrio por la cantidad de espacios destinados servicios sociales que incluye, desde cocinas a salas de atención a mujeres maltratadas, había costado 6,7 millones de euros para levantar un complejo de madera de 2.300 m2
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