Cielo azul, aguas turquesas y cristalinas, arena blanca y vegetación exhuberante. Con este paisaje, no es de extrañar que el británico Brendon Grimshaw plantara el periodismo y se instalara en las Seychelles, después de comprar en 1962 la isla de Moyenne por 8.000 libras (unos 15.000 euros), con sus historias de piratas y fantasmas. Hoy tiene 83 años y sigue haciendo la vida de Robinson Crusoe que eligió hace casi cuatro décadas.
|
etiquetas: isla , seychelles , brendon grimshaw