El vicepresidente catalán, Josep Lluís Carod-Rovira, marcó ayer distancias con sus compañeros de partido, el tándem formado por Joan Puigcercós y Joan Ridao. Y reclamó “un Estado independiente, desde el más pequeño ayuntamiento hasta el Gobierno”. Fue en un acto celebrado en el modernista Palau de la Música, donde la sinfonía de fondo la puso Carod para merendarse, literalmente hablando, a sus colegas.
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