Cayetana Álvarez de Toledo no rectificó ayer su ataque a la libertad de prensa. Redobló el órdago, no ya al medio de comunicación, sino, de fondo, a su propio partido, donde nadie respaldó públicamente sus declaraciones. Y, por elevación, al presidente nacional del PP, Pablo Casado, que está atado de manos ante la decisión de «ficharla», que impuso contra el criterio mayoritario de su organización, para proyectarla, por cierto, en una carrera política meteórica, también contra el criterio mayoritario de su partido.
|
etiquetas: casado , mantiene , cayetana , miedo , aznar