La doble moral norteamericana en todo su apogeo. Programas que pixelan las bocas de los actores cuando pronuncian una palabrota o cuando hacen una peineta pero que te dejan enteritas las escenas de violencia física y asesinatos que tienen lugar a continuación. Organismos públicos que censuran un pezón en la Superbowl pero que pasan por alto programas de accidentes de coches en horario infantil.
El guionista de "12 años de esclavitud", una película notable, pero sobrevalorada, dopada para los Oscar, maniquea y fría, sin matices ni grises, sobre la esclavitud en los EEUU del siglo XIX, ha denunciado "Lo que el viento se llevó" como una glorificación de la esclavitud durante la Guerra de Secesión. Creo que "Lo que el viento se llevó" es una película de un valor artístico y cinematográfico que esta fuera de toda duda y es, además, la película más vista de la historia del cine. En los 70, el American Film Institute la eligió la mejor película norteamericana de toda la historia, una absoluta aberración, porque ni mucho menos merecía tal consideración, pero es una gran película y su poso ha quedado en la memoria de varias generaciones. Yo la veía cada Navidad en TVE desde mi más tierna infancia (la ponían TODOS LOS AÑOS sin excepción) y jamás concebí los EEUU de la Guerra de Secesión como un paraíso para los negros, más bien todo lo contrario.
Esta película de Fleming y Cukor es la interpretación, falsa y edulcorada, de una época terrible, pero sigue siendo historia. Historia del cine, historia del arte y también, historia de la época en la que fue rodada, no solo de aquella época sobre la que trata el film.
Tiene actuaciones magistrales y permitió a una actriz negra ganar el primer Óscar (aunque Hollywood no le permitió ir a recogerlo).
Más allá de todo esto, el arte no puede ser tratado como el nombre de una calle a un genocida, porque es, eso, arte. No puede ni debe coartarse. Hasta los documentales de Leni Riefenstahl glorificando el nazismo tienen un valor cultural incalculable. Una película no debe censurarse jamás, porque tú puedes elegir si quieres verla o no y revela precisamente todo aquello que no debe repetirse. Me provoca bastante asco escuchar a John Ridley decir que "Al menos las cosas están cambiando. 'Titanic' es la película favorita de los millennials, 'Star Wars' la de la generación X, pero desgraciadamente 'Lo que el viento se llevó' es la de los 'baby boomers' y especialmente la de los republicanos". Pues mire usted, caballero, Titanic es una puta mierda sobrevalorada, Star Wars es un pastiche mercadotécnico (opinión muy personal, perdónenme los fans) y ahora usted viene a pedir la censura de una obra de arte porque un policía ha sido grabando matando a un negro, cuando su país lleva siendo racista desde el mismo día de su fundación.
Decía García Lorca que tratar de cambiar el arte para que cambie el mundo es una absoluta aberración, propia de las mentes más cerradas e ignorantes. Es el mundo el que debe cambiar para que cambie el arte. Prohibir a la gente analizar la visión que la gente tenía (o quería tener) de una época terrible, es cerrar las puertas a entender las causas de aquellos problemas con los que queremos acabar. Tan peligroso es un racista como aquellos que cortan las alas del arte. De hecho, en esencia, son prácticamente lo mismo.
Pocas cosas hay más terribles que esas personas que creen que la gente no debe exponerse a lo terrible, para entender que lo es. El macartismo bueno no existe.
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HBO Max retira "Lo que el viento se llevó" de su catálogo por racista
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